top of page

Pan de Tingüindín: un legado michoacano que endulza la historia


ree

Una tradición que nació con Tata Vasco



Enclavado en la tierra purépecha, el municipio de Tingüindín, Michoacán, guarda uno de los tesoros gastronómicos más emblemáticos del estado: su pan artesanal. Se cuenta que fue Vasco de Quiroga, conocido como Tata Vasco, quien en el siglo XVI impulsó la panadería en esta región, fomentando oficios que hasta hoy se mantienen como parte de la identidad comunitaria.


Con el paso del tiempo, esta herencia se convirtió en un símbolo local que trasciende fronteras. Tan es así que, desde el 4 de septiembre de 2009, el pan de Tingüindín cuenta con marca colectiva con Región de Origen, lo que reconoce oficialmente su valor histórico y cultural.



El arte de hornear con paciencia



El secreto del pan de Tingüindín no solo está en sus ingredientes, sino en la forma artesanal en que se elabora. La masa —hecha con harina, agua, manteca vegetal, azúcar, sal y levadura— se deja reposar durante toda la noche. A la mañana siguiente, según la variedad, se agregan elementos como canela, piloncillo, granillo o aguamiel.


La magia ocurre en los hornos de barro, alimentados con leña de encino. Una vez apagada la flama, el calor guardado permite que cada pieza se hornee lentamente, conservando aromas únicos y logrando un pan que puede mantenerse fresco hasta 20 días sin conservadores.



Variedades que conquistan paladares



Dentro de la panadería de Tingüindín existen piezas que se han vuelto icónicas:


▫️ Cemas: redondas, esponjosas y con un toque de canela.

▫️ Aguácatas: elaboradas con dos masas distintas, una con piloncillo y granillo, otra más dulce; rellenas a veces de chilacayote o ate.

▫️ Empanadas de chilacayote: suaves, rellenas con dulce de calabaza o piloncillo, tradición que recuerda los sabores de la cocina michoacana.


Cada pan es barnizado con manteca para dar brillo y conservar su textura, siendo parte esencial en bodas, bautizos, fiestas patronales y reuniones familiares.



Más que un pan, una joya cultural



El pan de Tingüindín es mucho más que un alimento: es un legado comunitario que une generaciones y que forma parte del mosaico cultural de Michoacán. Degustarlo es, en realidad, morder un pedazo de historia viva que resiste al paso del tiempo.




✍️ Revista Paket Informes

Comentarios


Noticias, Publicidad, Eventos, & mucho más..

¡Anúnciate con nosotros! 

  • Facebook
  • Twitter
  • Instagram

Prohibida la reproducción total o parcial, incluyendo cualquier medio electrónico o magnético

bottom of page