top of page

✅ La torta ahogada lleva salsa cruda y se come ¡en bolsita!: expertos



Hoy te contamos la historia de la torta ahogada, tradicional platillo de Guadalajara, Jalisco, y hasta te explicamos cómo debes pedir tu orden


La verdadera torta ahogada lleva salsa cruda y por tradición se come ¡en bolsita! Aunque te sorprenda, así es como los tapatíos degustan este tradicional platillo surgido a mediados del Siglo XX en las calles del Centro Histórico de Guadalajara, Jalisco.


Pero la creación de este delicioso platillo en tierras aztecas no hubiera sido posible sin el descubrimiento del continente Americano, dice a EL DEBATE Nubia Mora Salas, guía turística y experta en la historia de Guadalajara, ciudad que este mes de febrero está festejando sus 478 años de fundación.


En Guadalajara, la invención de este tradicional integrante de la gastronomía mexicana se le debe a Don Luis de la Torre, más conocido como “El Güero”, quien creo el platillo en 1953 y lo empezó a comercializar dentro de una pequeña bolsa de plástico. Ambas cuestiones fueron con el objetivo de ofrecer a la clase obrera una comida deliciosa y fácil de degustar de camino al trabajo.


Pero Nubia Mora Salas aclara que, aunque a los tapatíos no les guste aceptarlo, este platillo debe parte de su historia al los conquistadores que llegaron desde la Madre Patria: "Pudiéramos decir que también tiene que ver el que los españoles trajeron el puerco, porque la torta ahogada tradicional es de carnitas y antes de ellos esto no se conocía aquí", explica.


Década tras década la torta ahogada ha ido ganando terreno dentro de los platillos más comercializados en todo México y degustarla es obligatorio durante una visita a la ciudad de Gudalajara. Pero, con el paso del tiempo también se ha ido modificando la receta original con la intensión dar gusto a todos los comensales.


No obstante, en las zona aledañas al Centro Histórico de Guadalajara aún existen comercios como el de Tortas Ahogadas “El Güero” y Tortas Ahogadas Don José “El de la Bicicleta” donde su receta conserva por completo su originalidad:


  • Un bolillo salado, propio de la zona centro de México

  • Carnitas de puerco, animal traído por los españoles durante la conquista

  • Salsa de jitomate cruda y martajada, elaborada con jitomate, ajo, clavo y laurel

  • El chile de Yahualica, elaborado de manera tradicional en una comunidad de los Altos de Jalisco, de la cual se desprende su nombre.

  • Cebolla, esta debe ser morada, cruda y picada finamente en cuadritos.




"En muchas partes de México han intentado hacerla (torta ahogada) pero tiene elementos que son básicos: Birote salado, que se da principalmente en el centro del país y tiene que ver el nivel del mar en el que estamos y la forma en que se fabrica. Además, está el chile Yahualica, que es típico del municipio Yahualica de Gonzalez Gallo. Hasta el nombre del chile yahualica se lo quisieron robar los japoneses, quienes visitaron la comunidad en que este picante surgió e intentaron imitar su preparación"


Relata la historiadora al mismo tiempo que agrega que "por fortuna no lo lograron".



La historia de un comercio 'sobre ruedas'


EL DEBATE acudió a las tortas ahogadas de Don José González “El de la Bicicleta” en busca de conocer su historia y probar ese gran sabor que presume tener. Al cuestionar a sus comensales todos concordaron que son las mejores de Guadalajara y que su sabor es exquisito y completamente diferente a las demás, hecho que efectivamente se pudo constatar.


Ahí Raúl González, hijo mayor de Don José, relató que el nombre del comercio lo pusieron los mismos comensales debido a que en un inico su padre vendía las tortas ahogadas a bordo de una pequeña bicicleta, en la cual circulaba a lo largo de la avenida Calzada Independencia, entre Madero y Washington, avenida que atraviesa el centro de la ciudad de Guadalajara.


Para 1978 Don José se instaló en la avenida Epigmenio González y finalmente en 1990 empezó a vender las tortas en la vía pública de la avenida Mexicaltzingo, recardando su bicicleta en un póste, afuera del domicilio marcado con el número 27 donde hoy se encuentran instalados de manera formal.


“Esta es la tradiciónal torta ahogada por eso mucho nos siguen (pese al cambio de ubicaciones), porque damos el birote original y la salsa hecha en yahualica”, dice uno de los herederos de la receta de este tradicional platillo de Guadalajara, Jalisco.


Sin olvidar sus orígenes y el esfuerzo de años, Don José, quien durante la visita de EL DEBATE no pudo estar presente por motivos de salud, aún conserva en su local fotografías de sus inicios así como la vieja bicicleta que le permitió llegar al éxito hoy obtenido.



Hijos de José González posan a un costado de la historica bicicleta y dentro del local donde hoy venden sus tradicionales tortas ahogadas popularmente conocidas como las de Don José "El de la Bicicleta". Foto: Carolina Solís



Otros miembros de la familia también han continuado la venta de esta sencilla pero sabrosa comida rápida, instalando sus propios comercios en la avenida 28 de enero esquina con Gante y en avenida Nicolás Régoles y Mexicaltzingo, a unas cuatro calles de la matriz.


Las tortas ahogadas de Don José "El de la Bicicleta" hasta el día de hoy cuestan 45 pesos y hay de buche, carne, lengua, cachete y riñón. También venden tacos dorados de papa, requesón y frijol en 10 pesos.


"Para los turistas ha resultado complicado diferencias entre una torta media o a la mitad. Si eligen una torta entera es pedirla solamente sumergida en el chile de yahualica (muy picosa), sin salsa de jitomate, y si la piden media es con poco chile de yahualica y un cucharón de salsa de jitomate, lo que la hace menos picosa que la primera. Ya depende del gusto y del paladar de cada quien”.


Aclara la historiadora con el fin de que la experiencia sea grata al momento de que alguien decida probar este delicioso platillo en tierras jaliscienses.


¡Ahora ya lo sabes! La próxima vez que decidas comer este tradicional platillo opta por probar una hecha con la receta original, elige entre una media o entera y vive la experiencia de comer una verdadera torta ahogada dentro de su tradicional bolsita.














bottom of page