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La papada es inevitable pero con estos tratamientos puedes eliminarla



La papada (esa zona carnosa entre la barbilla y el cuello), producto de la edad y de encorvarnos sobre el celular, es nuestra última preocupación.


¿Estás pasando una cantidad interminable de horas al día viendo fijamente tu computadora y tu teléfono? En caso de que sí, podrías correr el riesgo de desarrollar papada. (Y si no, ¿cuál es tu secreto?). La papada (el término usado para referirse a esa zona carnosa e indefinida donde se junta el cuello con la barbilla) es la última preocupación en la eterna carrera por la perfección estética. La papada es inevitable: conforme envejecemos, perdemos elastina, grasa y hueso, y nuestra mandíbula pierde definición. Sin embargo, encorvarnos sobre las pantallas tampoco ayuda mucho.


¿Por qué empezamos a hablar de la papada de repente?


Echémosle la culpa al confinamiento y al trabajo desde casa; a la gravedad y el envejecimiento; a las selfies, al Zoom y hasta a las compañías de teléfono, si queremos. Gracias al mundo en el que vivimos, cada vez pasamos más tiempo con la barbilla hacia abajo, pegadas a varios dispositivos que nos reflejan la cara constantemente. Como resultado, nos estamos fijando en detalles físicos que nunca habíamos notado y, como señala Jenni Middleton, jefa de belleza en WGSN: 'los dermatólogos y cirujanos estéticos están reportando una creciente demanda de 'manitas de gato' para la mandíbula y el cuello, para corregir las mandíbulas caídas y los cuellos arrugados.'



Se trata de una tendencia que también ha estado rastreando la Dra. Maya Shahsavari, especialista en cirugía cosmética para la cabeza y cuello. ‘En la era de la tecnología, de la búsqueda de la perfección, de las selfies, la buena iluminación y el confinamiento, no es de sorprender que nuestro instinto y nuestro entorno nos hagan fijarnos en los detalles y que nos juzguemos a partir de ellos, tanto consciente como inconscientemente’, dice. ‘Los tratamientos y los servicios que antes sólo eran accesibles para los ricos ahora están disponibles para todos, y es parte de la naturaleza humana querer dar la mejor impresión —física y mentalmente— en un mundo que puede ser duro y crítico.’


La Dra. Shahsavari percibió por primera vez el interés de sus clientes en la papada en 2017. ‘Al principio, la papada era una simple ocurrencia que añadían a otras peticiones de mejora facial’, dice. ‘Pero desde 2019, la estirada de papada, como yo le digo, se ha convertido en uno de los tratamientos más pedidos por hombres y mujeres de todas las edades.’


¿Qué tratamientos hay disponibles?


Ni hay que decir que una mandíbula bien definida no necesariamente te hará más feliz. Sin embargo, si te preocupa hay maneras de tratar tu papada sin someterte al bisturí.


Hilos PDO, Botox y rellenos dérmicos


Los hilos tensores PDO, el Botox y los rellenos dérmicos son las tres vías disponibles. Un tratamiento con hilos tensores involucra la inserción de hilos absorvibles en la capa subcutánea con anestesia local. Eso reafirma tu rostro de inmediato y estimula la producción de colágeno a largo plazo, pues pone en marcha la respuesta sanadora natural de tu cuerpo.


En otros casos, pueden usarse inyecciones de Botox —un relajante muscular— en los músculos verticales que conectan la barbilla con las clavículas, para tensar la mandíbula y el cuello.


Sin embargo, el tratamiento más popular son los rellenos dérmicos. Con una pequeña aguja, se inyecta ácido hialurónico en la piel y a veces directo en el hueso, lo que da la sensación de esculpido y volumen. El efecto de los hilos tensores puede durar hasta tres años; el del Botox, cuatro meses; y el del relleno, 18 meses. Se requiere una recuperación mínima, aunque los hilos podrían provocar cierta sensibilidad.


Láser y ultrasonido


Otra opción es el ultrasonido, que se aplica en las capas profundas de la papada para contraer el músculo. También incita a tu cuerpo a producir más colágeno, lo que aumenta la fortaleza y calidad de la piel.


La terapia con láser es igual de efectiva. El calor del láser derrite la grasa y contrae la piel.


También fomenta el colágeno y la regeneración de la elastina, que son claves para darle contorno a la zona. Ambos tratamientos requieren poco descanso (aunque el láser podría tomar hasta 48 horas en algunos casos) y pueden aplicarse durante varios meses.


Mascarillas, bandas mentoneras y yoga facial


Si no se te antoja ninguno de esos procedimientos, hay tratamientos menos invasivos, desde mascarillas hidratantes que se extienden más allá de la cara para tratar el cuello y el escote hasta bandas mentoneras para reafirmar y eliminar la papada. También puedes practicar un tipo de yoga facial. Esta última, basada en medicina china tradicional y antiguas prácticas indias, consiste en estirar y masajear los músculos faciales para darles tono y tensarlos. No requiere recuperación ni cuesta nada, pero los resultados tardarán más tiempo en llegar.


¿Cómo evolucionará la tendencia?


Middleton predice que empezaremos a tratarnos desde casa. 'Aunque esté habiendo un aumento en la demanda de 'manitas de gato' para el cuello y la mandíbula, eso transitará hacia alternativas autoaplicables. Los consumidores buscarán productos y aparatos que les den resultados profesionales. Como la gente no puede ir a salones de belleza ni a spas, está aumentando el uso de tecnología estética en el hogar, por lo que esta categoría se ampliará.'


Como trabajar desde casa es nuestra nueva realidad y cada vez dependemos más de las pantallas, parece que la papada llegó para quedarse, junto con toda una industria dedicada a tratarla.

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