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¿SOY DEPENDIENTE EMOCIONALMENTE?


Desde un punto de vista filosófico, todo ser humano es único e irrepetible y debe apostar por su propia autonomía e independencia desde un punto de vista emocional para vivir.


La dependencia emocional es tan frecuente como desconocida para la mayoría de la población y está considerado un problema socio-sanitario de primer orden. Se trata de una necesidad afectiva extrema y continua, que obliga a las personas que la padecen a satisfacerla en el ámbito de las relaciones de pareja.


Los dependientes afectivos suelen ser personas vulnerables emocionalmente que manifiestan una ceguera hacia el otro, lo cual se podría explicar por la conjunción de ilusiones y/o atribuciones, hedonismo, y expectativas: Te da lo que te gusta y esperas y en consecuencia le perdonas todo.


Las relaciones afectivo-emocionales se caracterizan por ser inestables y destructivas, donde el dependiente se somete al otro y lo idealiza. Esta situación afecta de forma negativa a la autoestima, salud física y mental de la persona dependiente pero, pese al malestar y al sufrimiento que la relación le cause, se siente incapaz de dejarla, siendo nulos todos los intentos.


Los dependientes emocionales necesitan una muestra excesiva de afecto y de ser queridos, tienen miedo a la soledad e incluso muestran una clara resistencia a perder su pareja. Son frecuentes las distorsiones cognitivas como el autoengaño y la negación de información que le proporciona su entorno, llegando a fortalecerse la relación de modo que a la persona le resulta cada vez más difícil salir de ella.


Se pueden confundir o solapar sus síntomas con otros trastornos, como el apego ansioso, sobrevalorar las relaciones o el trastorno límite de la personalidad, por tener características similares y es necesario delimitar bien sus síntomas para realizar una correcta intervención.


Existen parejas que tienen un alto grado de dependencia emocional o también, existen madres que tienen tal apego hacia sus hijos que se asustan ante la idea de que los niños crezcan, toda adicción es una dependencia que limita la vida y por tanto, tarde o temprano deriva en una situación asfixiante, en donde falta libertad interior.


¿Cuáles pueden ser los síntomas de un problema de dependencia emocional?


Características del dependiente emocional

Baja autoestima: no se quieren ni se valoran a ellos mismos, necesitan afecto.

Problemas de apego en la infancia: presencia de apego ansioso y/o maltrato físico y emocional.


Miedo a la soledad: pensar en quedarse solo le produce malestar e incluso ansiedad. No concibe la vida sin alguien a su lado.

Lugar prioritario de la relación: la pareja es lo primero para la persona dependiente, dejando en un segundo plano la familia, los amigos, etc. Desea pasar el máximo tiempo junto a ella, es lo único que le hace feliz.


Autoanulación: Renuncian a ser ellos mismos en favor del afecto y el cariño de su pareja, hacen todo lo necesario para satisfacerle y agradarle.


Deseos de exclusividad: El dependiente deseará una exclusividad recíproca, donde el centro de la vida del otro sea él. Sentimientos de desvalimiento y un estado de ánimo oscilante en función de la situación interpersonal.


En casos extremos, puede derivar en un Trastorno de Personalidad por Dependencia, que supone un cambio permanente en el patrón de personalidad del individuo.


El origen siempre es en la niñez, buscar ayuda profesional la cual se adapte a tu problema en particular te ayudará a poder ser emocionalmente independiente y empoderar tu Ser.

-Dorys Montero-

Copyright ©Dorys Montero 2017

#UnSenderoDeSanación @dorys.montero


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