EDUQUEMOS CON AMOR, EDUQUEMOS CON RESPETO: “NO AL BULLYING”
Una tarde iba caminando por los pasillos de la escuela, cuando escuche un gran alboroto, corrí para ver qué pasaba y encontré un caso muy normal; “Un niño molestaba a otro, le quitaba su comida y hacía que sus compañeros se burlaran de él”.
En el párrafo anterior, se cita un caso muy común, que se da en todas las escuelas, del que todos hemos sido cómplices por lo menos en alguna ocasión; el bullying; una palabra ya muy conocida, de dominio público y muy de moda actualmente; ¿Qué hay detrás del acoso escolar? ¿Es un proceso de selección natural? ¿Es algo preocupante y alarmante?.
Actualmente hemos visto como hay estudiantes que son muy crueles con sus compañeros; los denigran, los ridiculizan, los golpean y en algunos casos los han matado; la gran pregunta es; ¿Dónde están los padres de los niños violentos?, ¿Qué ven los hijos en casa?, ¿De qué son víctimas los niños o jóvenes que agreden a otros?.
El agresor siempre trae consigo una gran inseguridad y maltrata a otro como forma de compensar ese sentimiento, en las escuelas también es una forma de volverse popular, el que agrede, es respetado por el resto del salón, tal vez porque busca ganarse un lugar que en casa no tiene.
La realidad es que cada vez la intolerancia hacía las diferencias es mayor, los padres educan con violencia y la calidad como familia se va perdiendo, hay una crisis en la base de la sociedad que es la familia; entonces recordemos que los hijos son un reflejo de casa; cuando tengamos un hijo que agrede o qué es agredido, seamos responsables y revisemos que hay o que no hay en casa que favorece esta situación; no nos hagamos de la vista gorda y seamos cómplices, eduquemos con amor, con respeto, con calidad, con tolerancia.
Estamos ante una nueva forma de vida, desconocida por la mayoría, es una época donde todo se vive muy rápido, donde la información fluye de manera exagerada, donde atendemos mil cosas al mismo tiempo, pero no olvidemos que nuestro eje, nuestro rumbo, nuestro centro nos lo da la familia, volteemos los ojos y no busquemos causas fuera cuando las respuestas están dentro: NO AL BULLYNG, SI A LA TOLERANCIA!