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Ivett Rangel

¿Sirven las células madre para combatir el Parkinson?




Una especialista en medicina regenerativa y un neurólogo nos hablan al respecto de esta terapia coadyuvante que podría impulsar la cura de la enfermedad.


El Parkinson, enfermedad de la que este domingo se conmemoró el Día Mundial y que al ser descubierta se le llamó “parálisis agitante’, se desarrolla ante la pérdida progresiva de neuronas productoras de dopamina en áreas específicas del cerebro.


Y sobre esta condición crónica-neurodegenerativa, la segunda más frecuente en México sólo después del Alzheimer, hay dos certezas: que aún se desconocen las causas exactas que la provocan y que no hay una cura todavía.


Aunque se consideran los factores genéticos, se ha encontrado que son los factores externos (la ausencia de hábitos sanos de alimentación, el no hacer ejercicio, estrés, consumo de drogas y alcohol, incluso del medio ambiente) los que pueden detonar esta enfermedad.


Sin embargo, ante el avance de la ciencia y la tecnología, así como de las investigaciones, hay una terapia coadyuvante con base en células madre que ataca justo la pérdida de esas neuronas productoras de dopamina.


Esmeralda Bastidas Valenzuela, especialista en medicina antienvejecimiento y regenerativa, y quien se encarga de aplicar la Terapia Neocell, asegura que el paciente que la recibe registra cambios positivos desde la primera aplicación.


Las células madre se inyectan de manera intravenosa, como si fueran un suero. Se recomienda un mínimo de cuatro sesiones, una por mes. Esto tiene un costo de alrededor de 60 mil pesos.


“El uso de células madre ha demostrado la formación de nuevas neuronas y nueva dopamina.

“Hay que aclarar que no es una terapia que cure el Parkinson, pues ese tipo de enfermedades son multifactoriales, pero mejora notablemente la calidad de vida de los pacientes”, subraya.


La especialista detalla que las personas con Parkinson registran una recuperación de energía y de memoria, impactando positivamente a nivel emocional.


“La principal preocupación de las personas con Parkinson ni siquiera es el temblor, sino que ya no recuerden cosas o que ya no se puedan ni levantar de la cama”, comenta la también maestra en nutrición ortomolecular.


La terapia celular no tiene contraindicaciones con otros tratamientos que buscan disminuir los síntomas, como el de levodopa, el precursor metabólico de la dopamina que, como medicamento aislado, ha resultado eficaz al tratar la enfermedad.


“Toda la medicina actual es paliativa, no curativa y las células madre buscan detener lo más que se pueda el avance de la enfermedad”, aclara Bastidas Valenzuela.


¿De dónde se obtienen las células madre?


Las células madre que se usan para este tipo de terapia se obtienen de pacientes donadores y son cultivadas actualmente en laboratorios especializados en el país.


“A los pacientes a los que se les extrae las células madre se someten a ciertos estudios y a los tejidos obtenidos se les observa durante nueve meses para saber si tiene alguna alteración genética y entonces no utilizarlos.


“Ya que se aprueban los tejidos, entonces comienza su cultivo en incubadoras especiales”, explica Bastidas Valenzuela.


¿Qué opina un neurólogo?


Carlos Guerra Galicia, neurólogo clínico miembro de la International Parkinson and Movement Disorders Society y de la International Association of Parkinsonism and Related Disorders, considera que la terapia de regeneración celular cobrará mayor importancia en un futuro próximo, pues hacia allá se están dirigiendo muchos de los esfuerzos para encontrar la cura para esta condición.


“Parece que va a ser la vía para resolver la cura del Parkinson, el problema es que las neuronas se pierden por vías múltiples y eso hace que sea muy difícil que con una sola intervención se pueda lograr la regeneración.


“La terapia celular es una línea de investigación muy interesante que nos está permitiendo encontrar nuevas causas de neurodegeneración. Y como este tema está tomando mucha fuerza en los últimos años, nos permitirá tener una estrategia integral para lograr la neurorestauración”, señala. Y aclara que todos los especialistas relacionados con el Parkinson tienen una misma meta: encontrar la cura.


El Parkinson es una enfermedad que tiene 200 años descrita, pero los principales avances se han dado en los últimos 20.


No todo Parkinson tiembla

Aunque un movimiento rítmico o involuntario de mano o pie de un solo lado del cuerpo o, en algunos casos, de mandíbula parece el síntoma inequívoco del Parkinson, hay otras señales que hay que atender, como:

  • Insomnio.

  • Apatía.

  • Ansiedad o depresión.

  • Pérdida del olfato.

  • Babeo excesivo, sobre todo al comer.

  • Movimientos repentinos e inconscientes durante el sueño.

  • Incontinencia urinaria.

  • Rigidez en cuello, hombros y piernas.

  • Reducción de movimiento para hacer acciones cotidianas.


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