Sí habrá vacunación para pcd, pero no (tan) prioritaria
El anuncio esperado por cientos de personas con discapacidad, madres, padres, cuidadores y cuidadoras que las acompañan y saben del riesgo potencial que supone un contagio de COVID-19 en esta condición no satisfizo las expectativas.
Parecía que la fecha había llegado. Por fin, tras casi seis meses desde que arrancó en México el Plan Nacional de Vacunación contra ese enemigo invisible, pero letal que es el SARS-CoV-2, parecía que la espera terminaba.
Parecía, porque así lo habían anticipado, que esta semana ya se tendría información concreta sobre las vacunas prioritarias, decían, para las personas con discapacidad entre 16 y 39 años. Pero no fue así.
Ciertamente las autoridades de Salud cumplieron con la fecha para llevar a cabo un anuncio programado para el martes, pero en realidad no hubo tal.
En principio, el anuncio fue movido de horario. En vez de ser en el espacio El pulso de la salud, que cada martes tiene unos minutos en la conferencia matutina de la presidencia de México, se cambió para la tarde. La “mañanera” estaba saturada por grandes temas nacionales: el resultado de las elecciones del 6 de junio y la visita de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, en lo que fue un viaje exprés a México, después de estar unas horas en Guatemala.
La incertidumbre, el desconcierto, entre quienes en este país se ocupan de la minoría más grande en el mundo, la que integran las personas con discapacidad, que representa el 16.5% de la población global, crecía. En horas de la tarde empezó a difundirse que el anuncio llegaría a las 7 de la tarde.
Sin embargo, el esperado no llegó. Al menos no como se había deseado. Todo quedó en la reiteración de lo que organizaciones y activistas en favor de los derechos de las personas con discapacidad han dicho desde hace meses: las vacunas son urgentes para este sector de la población.
Pero, ni la logística ni las cifras oficiales, siempre imprecisas, saben de urgencias. Así que los millones de personas con discapacidad menores de 40 años deberán seguir esperando, a menos que antes llegue su turno por rango de edad, como ya ha ocurrido con los y las mayores de 50 y 60, y empezará a suceder con quienes están entre los 40 y 49 años.
¿Qué nos dijeron?
El martes, durante la sesión vespertina para medios que ofrecen autoridades de la secretaría de Salud indicaron que aún no empezará la aplicación de vacunas contra COVID-19 para personas con discapacidad de 18 a 39 años, menos entre las de 16 y 17.
Se trata, dijo Ricardo Cortés Alcalá, director de Promoción de la Salud, de un poco más de 4.4 millones de personas con discapacidad de los al menos 20 millones 800 mil que dijeron al Inegi que tenían alguna condición que limitaba o afectaba su salud mental, movilidad, vista, oído o desarrollo intelectual.
Y sí, 4.4 millones de personas con discapacidad son una buena cifra que pone a prueba la logística de vacunación, iniciando con el hecho de que no hay un padrón o censo que diga de forma precisa cuántas de ellas tienen qué tipo específico de discapacidad para saber qué ajustes deberán hacer para eliminar las barreras de accesibilidad que podría haber -y que de hecho existen- para completar esta obligación.
Ese proceso inicia desde el paso uno para concretar la vacunación, es decir, el registro de cada mexicano y mexicano que se aplicará la vacuna. En este momento, el portal www.mivacuna.salud.gob.mx no cuenta con los elementos para separar por grupos de discapacidad, así que habrá que adecuarlo.
Luego, ya con cifras reales, las autoridades tendrían que elegir espacios adecuados para congregar a las personas con discapacidad, que pueden tener problemas de movilidad, por ejemplo y que «si eran espacios de más de una planta, la instalación del centro de vacunación sea en planta baja.
«Que hubiera espacios accesibles para usuarios de sillas de ruedas, personal de apoyo para personas con limitación en la movilidad, eso ya está en los centros de vacunación», subraya el área responsable.
¿Lo que viene?
Así que en próximos días, semanas y quizá meses, las autoridades de Salud seguirán definiéndolo con el acompañamiento de diversas asociaciones de personas con discapacidad, Yo También entre ellas, que han aportado su conocimiento, tiempo y materiales para que este grupo de la población tenga un proceso digno, adecuado y accesible de vacunación.
Cuando esto se logre, las autoridades estarán en condiciones de anunciar, ahora sí, las fechas y los sitios de vacunación, que contarán ya con ciertos ajustes de accesibilidad como podrían ser:
1. Red Virtual de Apoyo para la Interpretación de Lengua de Señas Mexicanas (LSM), para personas con discapacidad auditiva, que dará «apoyo de videoconferencia con una simple llamada, a través de WhatsApp, por ejemplo».
2. Información sencilla con pictogramas y en Sistema Braille para personas con alguna discapacidad visual.
3. Capacitación a la Brigada Correcaminos, en la que se hablará de temas como empatía ante las discapacidades y cómo debe tratarse a cada persona.
Un último detalle
En este proceso para definir la logística, las autoridades deberán definir cómo se comprobará, si es que lo hacen, el tipo de discapacidad que se tiene y qué pasará con las condiciones que no se ven.
Específicamente habrá que establecer cómo podrán registrarse y ser tomadas en cuenta para esta fase de la vacunación aquellas personas que tienen una discapacidad psicosocial que, a decir de la Organización Mundial de la Salud, es la más abundante y la que, como un efecto adicional de la pandemia, ha aumentado más.
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