¿Cuál es la relación entre el vidrio y el vino?
El uso del vidrio en la industria del vino va más allá de la tradición. Se trata de una alianza perfecta que permite conservar las características organolépticas de la bebida y, además, apreciar sus características físicas.
El porqué de la botella de vidrio
El uso del vidrio en las botellas de vino, aunque tardío, se generalizó gracias a una serie de acontecimientos históricos que comenzaron hace 3.000 años en Oriente Medio. Sin embargo, por aquel entonces el vidrio era más utilizado como ornamento que como sistema de conservación de alimentos.
A través de los múltiples viajes que realizaban los mercaderes de Oriente Medio hacia a Egipto, esta técnica de fabricación fue adoptada por diferentes pueblos que otorgaron nuevos usos a este material.
Más adelante, con la expansión del Imperio Romano, muchos vidrieros egipcios emigraron a Roma y enseñaron el arte de la fabricación del vidrio a los patricios, una clase social noble o privilegiada.
En la Edad Media, Venecia se convirtió en uno de los puntos neurálgicos de fabricación de vidrio, concretamente la isla de Murano (cuya fama se ha estandarizado hasta nuestros días).
Pese a ello, la fórmula secreta consiguió traspasar fronteras internacionales, ya que fue descubierta en República Checa y Alemania, desde donde se expandió al resto del mundo.
Pese a ello, la aparición de la botella de vidrio tal y como la conocemos hoy en día no se dio hasta el siglo XVII. Además, en colación surgió el tapón de corcho, un elemento que permitiría un envasado mucho más seguro, salubre e higiénico.
Cualidades del vidrio en los vinos
A lo largo de la historia, el almacenamiento del vino ha pasado por diversos envases. Algunos de ellos, como las ánforas de barro, dejaron de utilizarse por la transferencia de sustancias a la bebida.
Con el tiempo y muchas pruebas/error, el vidrio acabó convirtiéndose en el material predilecto para la salvaguarda y conservación del vino, ya que posee múltiples cualidades beneficiosas:
• Impermeable.
• Aséptico.
• Duradero.
• Reciclable.
• Sin olor.
En otras bebidas, se utilizan materiales de PVC o PET. Si bien, en el caso del vino el plástico implica cierta permeabilidad frente al oxígeno (por ser más porosos que el vidrio) pudiendo alterar su gusto, olor o composición.
El color del vidrio en el vino
La influencia del color del vidrio sobre el vino ha generado grandes debates a lo largo de la historia, ya que, en función del tono, se filtran en mayor o menor medida los efectos negativos de la luz.
Aunque existen múltiples colores, la gama cromática más extendida es la esmeralda o verde oscuro común. Si bien, hoy en día pueden encontrarse botellas de color ámbar, negro, blanco, etcétera.
En este sentido, ciertas investigaciones confirman que el color esmeralda (utilizado en botellas de vino tinto) interrumpe las radiaciones ultravioletas (UV) y las violetas, pero también frena, en gran medida, las radiaciones azules.
Por su parte, las botellas de los vinos blancos, como no están pensadas para una salvaguarda prolongada, poseen un color de vidrio transparente, que permite observar el interior y la limpidez del líquido.
¿Copas de vidrio o de cristal?
El vino encierra alrededor de 400 y 500 sustancias volátiles y aromáticas que consiguen relucir gracias al uso de las copas. Aun así, existen diversas opiniones en torno al material que debe usarse para una mejor apreciación de sus cualidades.
Por regla general, las copas de vidrio son las más comunes. Si bien, el cristal aporta una serie de ventajas organolépticas a la hora de catar un vino, en cuestiones de temperatura y apreciación de aromas.
Por un lado, las copas de cristal, al ser más finas, conservan mejor la temperatura del vino, puesto que no guarda tanto el calor en comparación al vidrio.
Asimismo, el cristal, al ser poroso, permite que el vino se impregne en una mayor superficie. De esta forma se garantiza la apreciación de los aromas y personalidad del vino catado.
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