Ho’oponopono para una crianza más fácil
Ser padre es todo un desafío hoy en día, pero también es muy gratificante… De hecho es 50% gratificante y 50% estresante… Aunque podrá ser más fácil o menos, dependiendo del enfoque que le demos o según la perspectiva con la que miremos las cosas que suceden diariamente. Los hijos reflejan nuestras propias creencias, cómo nos vemos hacia nosotros mismos. Son capaces de llevarnos al límite más lejano, o hacernos sentir más cerca de nosotros mismos para tener la oportunidad de aprender y crecer.
Los padres deben tener en cuenta que su relación con los hijos dependerá exclusivamente de sus pensamientos. Lo que realmente importa no es lo que ocurre fuera de ti, sino los pensamientos que tienes sobre tus hijos y su comportamiento. Esta es la creencia de Ho’oponopono, un antiguo arte hawaiano que enseña que nada existe fuera de nuestro corazón. Si tú cambias, tus hijos también lo hacen Todo lo que viene a nuestras vidas es en realidad una oportunidad para aprender, y está ahí porque lo atraemos por una cierta razón. Por lo general, nuestra realidad refleja ideas y conceptos que se reproducen constantemente en la mente subconsciente, sin que nos demos cuenta de esto. Esto significa que, mientras quieres deshacerte de pensamientos repetitivos, cambiarás por dentro y tus hijos también lo harán. Sí, cuando cambiamos, todo cambia (incluso los hijos) sin tener que decirle nada a nadie. Ho’oponopono es como la tecla de borrar en el teclado de tu ordenador. Los desafíos con tus hijos son sólo o algunos de los “programas” que tiene el ordenador y tú escoger eliminar lo que no funciona o seguir reproduciendo ese programa que da problemas en nuestras vidas. Para conseguir que las cosas vayan bien, los padres deben aprender a ponerse ellos mismos primero en su lista de prioridades… sin necesidad de sacrificarse constantemente. Es una manera de recuperarse y darse cuenta de que así, los niños también estarán bien.
Los niños no sólo te escuchan, también te observan y aprenden de lo que ven en ti cada día. Tus hijos lo único que necesitan saber es que les quieres y que les agradeces que estén en tu vida. Además de decirles a tus hijos lo mucho que les quieres durante el día, hazlo también mientras duermen. La mente subconsciente nunca duerme, y esa es la parte que necesita escucharlo, no el intelecto.