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¿Qué es el desarrollo humano?


Una de las preguntas más fáciles de contestar, pero al mismo tiempo, más difíciles sería ¿Qué es Desarrollo Humano? En realidad, todo el mundo sabe lo que es y esto tiene sus ventajas y sus desventajas. Sus ventajas porque podrían existir tantas aproximaciones a este concepto, como personas existen. Sus desventajas, porque resulta una noción tan fluida y tan flexible que difícilmente podría concretarse. Por estas razones es fácil de contestar. Los componentes del concepto Desarrollo Humano son tan generales y tan obvios que casi cualquier respuesta es válida. Pero es también muy difícil de contestar si se toman en cuenta las diferentes perspectivas desde las cuales puede ser abordado, así como los niveles distintos de generalización.


El desarrollo humano, se define como el proceso en el cual una sociedad debe mejorar las condiciones de vida de las personas que la conforman. Para alcanzar esto, deben aumentar aquellos bienes que los puedan proveer tanto de sus necesidades básicas como de las complementarias. Además, deben crear un entorno social capaz de respetar los derechos humanos que todos poseen.


El desarrollo humano tiene como función desarrollar el potencial de los seres humanos, incrementar sus posibilidades y brindarles un goce de la libertad, la cual todas las personas poseen el derecho de vivirla. Todas las comunidades, y sus habitantes, tienen como responsabilidad construir una civilización mundial.


Desarrollo humano según ONU (visión de política pública).


La definición mencionada nace del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que, a su vez, se encarga de la realización de dos importantes indicadores: en primer lugar, del índice de desarrollo humano, y además, del índice de pobreza multidimensional. El índice de desarrollo humano tiene como fin medir la calidad de vida de los humanos en el medio en que se rodean.


Cuando se calcula el índice de desarrollo humano, se analizan aspectos tales como la expectativa de vida desde el momento del nacimiento, el nivel educativo que posee la población adulta y las posibilidades materiales que pueden llegar a alcanzar usando como referencia las cifras del PBI (Producto Bruto Interno).


Es recomendable un trabajo personal, esto es, el acompañamiento en el desarrollo humano. Una visión como una alternativa de autoconocimiento, acompañamiento en búsqueda de un crecimiento.


Todo nace de la certeza de esa intuición de que los seres humanos llevan una tendencia básica al crecimiento, como fuerza motivacional de todas sus acciones. Juan Lafarga constata -con los psicólogos humanistas- que su tarea no consiste en dirigir esa tendencia, sino en desbloquearla y facilitarla e impulsarla. Hipótesis fundamental del enfoque centrado en la persona, derivada de la investigación: el ser humano individualmente considerado, como sus grupos y la sociedad en general -en condiciones interpersonales favorables para su propio desarrollo-, tienden a crecer y evolucionar. Las condiciones interpersonales favorables son la empatía, la congruencia y la actitud positiva incondicional que han sido convalidadas en México no sólo por la práctica, sino también por la investigación. Esto es, el psicólogo no impone nada a la persona que atiende, sino que entra en empatía con ella, es congruente y tiene una actitud positiva incondicional.


Amor a uno mismo es el primer paso.


El amor a uno mismo es el motivador principal de todo comportamiento humano y fuente de todas las motivaciones. El ser humano desea amar y ser amado. Lafarga se refiere no sólo al amor vinculado con la atracción entre los géneros o a la amistad que puede surgir entre diversas personas, sino también a la necesidad de reconocimiento mínimo, de ser tomado en cuenta, de significar algo para alguien, de ser importante. La frustración de esta necesidad de amar y de ser genuinamente amado, el sentirse excluido o rechazado, explica -en casi todas las corrientes de la psicología clínica- la conducta patológica o disfuncional. La salud está en la satisfacción armónica e integral de las necesidades de todos.


Un verdadero maestro no sólo no impone nada a sus discípulos; facilita su crecimiento y aprende de ellos.


El pasaje lleva la impronta de san Agustín: Inquietum est cor nos-trum doñee recquiescat in te (Inquieto está nuestro corazón hasta que descanse en ti).3 Para san Agustín, el tiempo es un don que Dios nos ha dado para superar crisis y lograr nuestro crecimiento espiritual, personal. Esa inquietud de realización es la dinámica misma del desarrollo humano centrado en la persona.


Desarrollo humano, significa por tanto también un estilo de vida caracterizado por la empatía y la honradez en las relaciones interpersonales, por la apertura al aprendizaje, el interés por la vida y la ecología en todas sus manifestaciones y la apertura a la trascendencia.


El Desarrollo Humano y la Búsqueda de la Verdad. Se escucha el palpitar de la Universidad que ésta busca la verdad o para otros, el conocimiento. El Desarrollo Humano parece buscar lo mismo, pero en la propia persona.

Ante los envites de la vida y la cotidianidad recomiendo la búsqueda de un proceso de desarrollo personal.


La vida es hoy

Viva el aquí y el ahora

Anímese y ayude a otros


BENEFICIOS DE UN PROCESO DEL DESARROLO PERSONAL


Gestiona tu motivación.


Resulta fundamental, conocer que es lo que de verdad nos mueve a actuar. En ocasiones, las personas que acuden a un proceso de desarrollo personal, ni siquiera son conscientes de lo que vienen buscando. Es importante identificar lo que Sí quiero alcanzar para mi vida y lo que No quiero, que pretendo dejar atrás. Parece algo bastante obvio, pero es relativamente frecuente encontrar personas que se focalizan en lo que desean evitar, haciéndolo paradójicamente presente (no pienses en un elefante).


Adapta tu activación.


De la misma forma que necesitamos sentirnos más relajados para poder dormir, también resulta conveniente aprender adaptar nuestro nivel de activación a las diferentes situaciones con las que nos enfrentamos en nuestro día a día. Una entrevista de trabajo, una ponencia, una cita con la persona que nos gusta…pueden resultarnos situaciones cotidianas en las que nuestro nivel de tensión puede jugarnos una mala pasada ¿Por qué dejarlo al azar?


Elige entre creencias poderosas vs. creencias limitantes.


Nuestros pensamientos, opiniones, juicios o creencias pueden jugar un papel determinante en nuestra manera de enfrentarnos a nuestro día a día. Existen varios tipos de creencias que podemos elaborar, pero nos centraremos aquí fundamentalmente en dos para ilustrar nuestra historia. Las creencias sobre el mundo físico, fáciles de contrastar a través de nuestros sentidos (está mesa es de madera, puedo verlo, olerlo, sentirlo…), y otras creencias que tienen que ver con nosotros mismos, nuestra identidad y/o capacidades (puedo/no puedo; soy/no soy). En función de cómo finalicemos éste tipo de oraciones, podremos experimentar la sensación de empoderamiento que acompaña al pensar que puedo o que soy capaz. O la barrera que me condena y me impide actuar cuando considero que no lo soy ¿Has pensado alguna vez sobre tus pensamientos?


Aumenta tu inteligencia emocional.


Aprender a reinterpretar situaciones resulta fundamental para adaptar mis sentimientos a mis objetivos personales de bienestar. Ver las cosas de una determinada manera no significa que no existan otras múltiples perspectivas y opciones de hacerlo, perfectamente válidas, que me aporten una respuesta más adaptativa a la situación que lo provoca (¿Me ofende la situación o me ofendo yo?).


Paradigma de desarrollo que va mucho más allá del aumento o la disminución de los ingresos, salud y nivel educativo de un país Cantidad de opciones que tiene un ser humano en su propio entorno, para ser o hacer lo que él desea ser Desarrollo de la capacidad del potencial humano.


Porque todos merecemos ser más felices cada día, dese la oportunidad.



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