
Hablando de Salud...
Cabe destacar que la hipertensión es un problema que en muchas ocasiones no se manifiesta de forma evidente. Algunos le llaman "el enemigo silencioso", ya que muchas personas que padecen hipertensión no son conscientes de ello hasta que el problema es grave. No obstante, sí hay distintos signos de alerta que nos avisan de que hay posibilidades de sufrir presión alta, la cual puede ser puntual por algún problema, como nervios, o crónica si llevamos un tiempo sufriendo alguno de estos síntomas. Estos son los principales síntomas de presión arterial alta:
Dolores de cabeza
Migrañas
Mareos
Vértigos
Visión borrosa
Debilidad
Palpitaciones cardíacas o pulso alterado
Dolor de pecho
Dificultades para respirar
Dolor de estómago
Fiebre
Sangrado nasal
Náuseas y vómitos
Aunque no es lo usual, en caso de que se sufran fuertes dolores de cabeza, náuseas o vómitos, confusión, cambios en la visión o hemorragias nasales, podría ser a causa de una forma grave de hipertensión.
Respecto a cuáles son las causas de la hipertensión arterial tenemos que decir que no se considera que haya causas exactas directas, sino que normalmente se debe a un conjunto de factores, ya sean genéticos y/o de malos hábitos, que al sumarse producen la presión arterial alta. De este modo, las principales causas de la hipertensión arterial son las siguientes, pero normalmente se unen varias.
Herencia genética.
Fumar.
Beber mucho alcohol, lo que se considera a partir de 1 bebida alcohólica diaria.
Falta de actividad física.
Sobrepeso u obesidad.
Consumo de sal excesivo.
Estrés y ansiedad.
Diabetes.
Apnea del sueño.
Problemas en las glándulas suprarrenales.
Enfermedades de los riñones.
Edad avanzada.
El tratamiento para la hipertensión arterial será específico en cada caso y sólo el propio médico podrá indicarlo, así como decidir si hay algún remedio natural o casero que pueda complementar el tratamiento, nunca hay que tomar ni medicación ni remedios por nuestra cuenta.
Cambios de hábitos: hacer más ejercicio y reducir o eliminar por completo el consumo de tabaco y alcohol.
Cambios en la dieta: empezando por reducir el consumo de sal, aunque no dejarla del todo, hasta consumir menos azúcares y grasas saturadas.
Tratamiento para bajar de peso: en los casos en los que sea necesario perder peso porque esta sea una de las causas o un factor que empeora la hipertensión, el médico puede orientar parte del tratamiento a la pérdida de peso hasta llegar a un peso sano.